Santo Domingo. – Los padres, amigos y familiares pueden sentirse abrumados por no saber qué regalar a niños y niñas que viven con algún tipo de discapacidad y corren el riesgo de seleccionar juguetes sin pensar en sus necesidades particulares.
Es vital que las personas cercanas a niños con discapacidades aprendan a seleccionarlos, ya que a través de estos se divertirán, aprenderán y adquirirían habilidades mentales, sociales, cognitivas y físicas simultáneamente, según explica Carolyn Reyes Ademán, terapeuta ocupacional en la sede de Rehabilitación.
La profesional indica que, en el caso de niños con discapacidad motora o intelectual, los juguetes son una importante herramienta terapéutica para estimular habilidades como la atención y el lenguaje en casos de niños dentro del espectro autista, por ejemplo. “Al jugar con juguetes específicos y bien seleccionados, automáticamente le darán un propósito o un fin determinado, ya que la funcionalidad del juego estará dirigida a aumentar sus capacidades en un área específica en que tienen déficit.”
La elección más adecuada
La terapeuta explica que lo mejor es tener en cuenta el tipo de discapacidad antes de adquirir un juguete y cita que para discapacidad intelectual funciona un juguete que tenga colores, formas geométricas, números y letras, como los rompecabezas y los juegos de construcción con piezas tridimensionales, porque estos aumentan su área cognitiva y promueven el enfoque y desarrollo de ciertas habilidades.
Ahora bien, para niños y niñas con discapacidades motrices de origen neurológico o físico-periférico; que tengan dificultad para realizar movimientos como agitar un brazo o levantar una pierna, mejor conocida como “motricidad gruesa”, la especialista recomienda juguetes con piezas grandes para evitar la ingesta accidental, e incluir juguetes siendo conscientes de la discapacidad específica con la que viven.
Si se trata de discapacidad física, Reyes Ademán recomienda juguetes que aumenten las habilidades físicas como las pelotas, aros, cuerdas de saltar, juegos de presión, deportivos y platillos voladores, puesto que estos les ayudarán a la coordinación y el funcionamiento apropiados de músculos, huesos y nervios.
Un punto importante que resalta la terapeuta, es involucrar al niño o niña en la elección de sus juguetes, siempre y cuando como adultos evalúen si cumple las condiciones y se adapte a sus necesidades particulares. De esta manera le dan un rol participativo y su hora de jugar será más satisfactoria.
Para los niños y niñas con discapacidad intelectual, Carolyn Reyes aconseja juguetes que optimicen su proceso de aprendizaje, resolución de problemas y desarrollen sus habilidades cognitivas. “Entre estos podemos citar los rompecabezas, juegos de construcción y encaje, juegos con formas geométricas, colores y tamaños, ábacos para contar y hacer operaciones, letras de juguete para crear palabras y paquetes para colorear.”
Juguetes no recomendados
A la hora de comprar, Reyes Ademán sugiere tener muy pendiente el material con el cual están elaborados, los elementos que conforman el juguete, así como el mensaje que ofrecen directa o indirectamente a nivel psicológico y emocional. “Los juegos con objetos filosos o que pueda lacerar al niño o niña no se recomiendan ni aquellos que incitan a la violencia indirectamente, ya que pueden adquirir conductas no deseables”, puntualizó la terapeuta.
La elección errónea de un juguete va más allá de que se convierta en un “coroto” guardado en una caja o regalado a un primito o vecino. Implica que el niño o niña pierda la oportunidad de estimular habilidades o incluso ralentizarlas en algunos casos. De acuerdo a la especialista regalar un robot a un niño o niña con discapacidad intelectual, que lleva un plan de tratamiento para aumentar área cognitiva sería disfuncional, debido a que: “este juguete no optimizará su desarrollo, ese niño no logrará ningún cambio utilizándolo.”
El juego en la terapia ocupacional
La terapia ocupacional, según cuenta la profesional de Rehabilitación, es el uso terapéutico de las actividades de cuidado, trabajo y juego para incrementar la independencia funcional, aumentar el desarrollo y prevenir la discapacidad.
Además, explica que, desde el departamento de Terapia Ocupacional de Rehabilitación se habilita no solo a niños y niñas con discapacidad intelectual y física, sino que se trabaja con adultos con terapias diversas, recreativas, con juegos específicos que les ayudan a estimular habilidades y mejorar su condición y calidad de vida.