Cada 23 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Rehabilitación, como una forma de visibilizar la necesidad de que las personas con discapacidad o capacidades diferentes, tengan acceso a tecnologías eficaces para su diagnóstico y tratamiento, siendo esta la principal meta de Rehabilitación durante más de 60 años.
De acuerdo a la Organización Mundial de Salud (OMS), la rehabilitación es un conjunto de intervenciones encaminadas a optimizar el funcionamiento y reducir las discapacidades en personas con afecciones específicas de salud y la señala como una parte esencial de la cobertura sanitaria universal, junto a la promoción de la buena salud, la prevención de enfermedades, el tratamiento y los cuidados paliativos.
Artritis, hernias y rehabilitación
La especialista y gerente del área de Terapia Física de Rehabilitación, Jilmary Tiburcio Peña, explica que la artritis, una enfermedad que puede llegar a ser incapacitante, es la hinchazón y la sensibilidad de una o más de las articulaciones y sus síntomas son dolor y rigidez, que suelen empeorar con la edad.
“La artritis hace que el cartílago que recubre las articulaciones de los huesos se rompa, y los tipos más frecuentes son la artrosis y la artritis reumatoide. Esta última es una enfermedad en la cual el sistema inmunitario ataca a las coyunturas, comenzando con el revestimiento de estas”, afirma la terapeuta física.
Las personas que la padecen, según indica Jilmary, notarán una gran mejoría con la práctica regular de agentes físicos adecuados como la hidroterapia con tanque remolino, que es un tratamiento completo para el manejo de estas condiciones, ya que la temperatura del agua permite la relajación de la musculatura, alivia el dolor en las articulaciones y mejora la flexibilidad.
Sin embargo, Tiburcio Peña también sugiere a las personas con artritis reumatoide realizar un programa de ejercicios en el hogar que incluya movilidad y fuerza, sugerido y sujeto a los lineamientos de un fisioterapeuta calificado, que conozca de la condición de salud particular.
Respecto a las hernias discales, la especialista explica que se producen por un desplazamiento de los discos cartilaginosos entre los espacios intervertebrales, detallando que cuando esto sucede, la sustancia gelatinosa se escapa e irrita los nervios de alrededor, causando ciática o dolores de espalda que pueden irradiar hacia los miembros superiores e inferiores, e incluso pueden inmovilizar a la persona.
Jilmary recomienda para las hernias discales la “terapia de tracción o la descompresión intermitente”, ya que se usa con la finalidad de “reducir la presión sobre dicha zona y de esta manera se libera la tensión entre las vértebras, lo cual va a hacer que disminuyan el dolor y los espasmos musculares”, y se realiza con un equipo de arrastre que combina eficientemente la terapia de descompresión dinámica, continua, pulsada e intermitente, con la aplicación de un calor profundo generado por diatermia microondas llamada MiLi.
“En Rehabilitación contamos con este equipo moderno, integrado en una camilla especialmente diseñada para el correcto posicionamiento del paciente garantizando una terapia eficaz, segura y confortable. La terapia de tracción se realiza en combinación simultánea con ondas electromagnéticas, que se transforman en calor en el tejido acuoso situado a mayor profundidad, generando un profundo calentamiento y un efecto de estimulación del metabolismo en los tejidos alrededor de las vértebras”, explica la fisioterapeuta.
Según indica, los ejercicios de movilidad neural también ayudan a disminuir los síntomas de ciática y alteraciones relacionadas a los nervios afectados por la hernia.
Contar con un fisioterapeuta calificado es importante en el manejo de las dolencias por hernia discal y artritis, ya que este instruirá los ejercicios a realizar de una forma segura.
Jilmary Tiburcio Peña– Terapeuta Física
La gerente del área de Terapia Física de Rehabilitación asegura que en la misma se abordan las diferentes dolencias de los pacientes también con herramientas terapéuticas como la escuela de espalda, terapia músculo esquelética, neurológica y pediátrica, compresas calientes, compresas frías, ultrasonido, TENS, estimulación eléctrica, magnetoterapia, terapia de descompresión, oscilación profunda y láser.
La OMS estima que para 2023, 2400 millones de personas en el mundo tienen alguna afección de salud que se podría beneficiar de la rehabilitación y prevé que la necesidad de estas intervenciones aumente en todo el mundo debido a los cambios en la salud y las características de la población.
Jilmary concluye destacando la importancia de las terapias en la rehabilitación del paciente en cualquier condición, no solo en la disminución del dolor, sino para devolver las funcionalidades físicas, mejorar la movilidad y las destrezas vitales necesarias para las actividades cotidianas.